Tuesday, September 26, 2006

 

La inaguracion: un solemne acto

Claro, qué fácil. Vos me pedís que le de vida. Como si eso fuera tan fácil después de todo. ¿Quién soy yo? ¿Atenea? Que después que Prometeo moldeara a los hombres del barro –o sea vos-, les diera el soplo de vida ¿eh? Y, así cualquiera. Consultado, pero sin deliberar toda la responsabilidad me cae a mi, recae en mi, para explicar, que es en efecto esto. Quizás no es que me hayas pedido que explique "qué-es-esto", pero si me pediste que le de vida. Y ¿cómo fallar a dar una explicación, un mito creacionista cuando uno da vida? No, me niego. O las dos cosas o nada. Y si hago la discusión pública antes de existir en una charla de a dos es para haciéndote caso, casi, desoír tu pedido, o mas bien para aclamar mi propia autonomía (nunca puesta en duda, pero por-si-acaso). Pero, qué absurdo hablar de autonomía en un magazine, revista, informativo de actualidad, escrito a cuatro manos, que es Baratí, que es barausted, pensable en bares y cafés, leído en cuanta pantalla y tecleado en teclados varios. Entonces, haciendo caso a ambos, a vos, y a mi, doy vida a este magazine a cuatro manos, veinte dedos y dos teclados.

Sin otro particular

Barausted

Comments:
me mentiste, me engañaste, me dijiste que me lo bajabas y me lo subías, prometiendome precios de marcas que yo no quería
 
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